En esta comunicación y a través de ejemplos basados en las versiones sefardíes de tres midrashim hebreos –Guedulat Moshé, Petirat Moshé y Maasé Yerushalmí–, se pretende mostrar el desconocimiento del hebreo del que, en ocasiones, hacen gala impresores y manuscribas sefardíes. La argumentación se basa en dos tipos de errores: 1) los gráficos, en los que las palabras hebreas se escriben a la «fonética», lo que especialmente en el caso de los impresos induce a pensar en una composición tipográfica al dictado; y 2) los que muestran la incomprensión de textos hebreos a la hora de traducirlos al judeoespañol, lo que puede dar como resultado pasajes, bien incomprensibles, bien hilarantes por disparatados.