Angelina Muñiz-Huberman: del exilio (en la memoria) a la diáspora (más allá de la memoria)

Joseba Buj
Departamento de Letras, Universidad Iberoamericana | Ciudad de México

Partiendo de una distinción entre exilio y diáspora, podríamos aventurar, simplificando, que el exilio obedece a una condición política inmediata y la diáspora a una mítica inmemorial. La circunstancia ubica la obra de Angelina Muñiz-Huberman en el primer paradigma (el del exilio republicano en México). Sin embargo, la particular coyuntura de los exiliados de segunda generación (llegados muy jóvenes a México) habla de una situación más compleja en su enunciación artístico/estética. La segunda generación, por la masividad demográfica, de gueto cultural, de imprevisible elongación en el tiempo…, en que se desenvolvió su exilio, nos regala una obra que, más allá de la “abulia política” –denunciada por Max Aub-, habla de incertidumbres identitarias como condición existencial, de violencias históricas ejercidas en la conformación de la subjetividad como condición de enunciación primigenia (formas enunciativas que se hermanan a las de un contexto diaspórico).

La obra literaria de Angelina Muñiz-Huberman aprovecha la singularidad de este enclave violentado por la inmediatez histórico/material para remontarse hacia violencias previas operadas por el “régimen de historicidad” de lo español: asumiendo su “judeidad”, no sólo desde el contenido sino desde una disposición artístico/formal que apela a los silencios místicos y a los susurros cabalísticos, traza una auténtica indagación en pasados y manifestaciones de la sensibilidad vetados. Nuestra pretensión es subrayar una obra que, más allá del filosefardismo, construye y ordena una sensibilidad llamada a jugar un papel en estos tiempos comandados por los flujos migratorios, exilios políticos y violencias subjetivas e identitarias que se resisten a la conceptualización.

Joseba Buj
Joseba Buj








Powered by Eventact EMS